sábado, 26 de febrero de 2011

La inteligencia emocional como promotora del exito. apliquela para evitar el fracaso

Acerca de la Inteligencia emocional Como agente que favorece a ser exitoso


Actualmente muchas empresas están impulsando y desarrollando las aptitudes emocionales de sus trabajadores, con el objeto de que éstos se sientan más motivados, responsables y autónomos durante sus labores cotidianas. Al motivar la inteligencia de las personas, estamos al mismo tiempo promoviendo su atención, memoria, aprendizaje y habilidades con el entorno. A continuación te ofrecemos más detalles de este importante tema:
Inteligencia y Emociones


Definimos la inteligencia como la capacidad que tenemos los seres humanos de guardar y asimilar información para poder aprender, reconocer y relacionarnos con los demás. Ella nos permite controlar todas las actividades que llevamos a cabo y, por ende, emitir las respuestas más adecuadas.

Solemos relacionar el significado de inteligencia con nuestras emociones, por ende, podemos decir que la inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que nos rodea por medio de nuestros sentimientos, habilidades, entusiasmo, perseverancia, empatía y agilidad mental, entre otros aspectos.

Si desarrollamos y perfeccionamos cada una de estas variables, podremos ser más eficaces y eficientes no solo con nuestros compañeros de trabajo, sino con los clientes con los usualmente mantenemos contacto.
Inteligencia emocional en la empresa


Al impartir cursos, seminarios grupos de conversación y charlas con expertos, la empresa puede dar a conocer y desarrollar la inteligencia emocional de sus trabajadores. Sin embargo, ¿por qué hacerlo? Detallamos algunas ventajas:

- Mejora la comunicación y las relaciones interpersonales entre los miembros de la empresa y los clientes.

- Aumenta la motivación y el liderazgo del trabajador.

- Las personas se sienten más comprometidas con sus tareas cotidianas.

- Se trabaja en un clima laboral tranquilo, donde todos se entienden y se respetan sus puntos de vista.

- Asciende la rentabilidad de la empresa.

Expertos han investigado y estudiado este fenómeno durante años. Daniel Goleman, por ejemplo, afirmó en 1999 que el éxito que tuviera una persona en el ámbito laboral estaba íntimamente relacionado con sus emociones y que, de esta manera, podía trabajar, ser más productiva y desempeñarse mejor en equipo.

Goleman sugiere programas que duren mínimo seis (6) meses, donde los participantes tienen la oportunidad de auto-observarse, de interactuar con otros, y de disfrutar de sesiones de aprendizaje. Estas actividades deben estar enmarcadas en un diagnóstico supervisado por un profesional del área. El resultado final: alcanzar altos niveles de satisfacción y efectividad.

Orientación exitosa.Evite el fracaso profesional

La Orientación es un proceso de interacción entre dos o más personas que promueve  el autoconocimiento, conocimiento del medio,la toma de decisiones que conduzcan a la persona a la satisfactoria toma de decisiones.






viernes, 18 de febrero de 2011

Entornos Virtuales de Aprendizaje

Qué son los entornos virtuales de aprendizaje? Un entorno virtual de aprendizaje es un espacio con accesos restringidos, concebido y diseñado para que las personas que acceden a él desarrollen procesos de incorporación de habilidades y saberes, mediante sistemas telemáticos.

fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Entornos_virtuales_de_aprendizaje

Entornos Virtuales de Aprendizaje.
Para éste, un Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA) consiste en el conjunto de las distintas funcionalidades asociadas a la actividad formativa. El EVA permite la creación y mantenimiento de comunidades virtuales, proporcionando los servicios con los que cada comunidad se identifica, y que garantizan la integración, enriquecimiento y fidelidad de sus usuarios. Tanto el EVA y como el aula virtual son personalizados teniendo en cuenta las herramientas elegidas así como la imagen corporativa del cliente: diseño de la página principal y de los iconos, maquetación de los documentos, etc , precisan.

Por lo general, en un ámbito virtual de estas características, el alumno inscrito y matriculado, recibe una clave identificativa (nombre de usuario y clave de acceso), que reemplaza al tradicional carné de estudiante que entregan las instituciones presenciales, y que le permitirá ser reconocido por el sistema y acceder al entorno y sus aulas virtuales.

Claro que para acceder al mismo desde cualquier parte y en cualquier momento-, se deberá contar con un ordenador con conexión a Internet y requisitos técnicos mínimos.

Un Entorno Virtual debería permitir, algunas cuestiones fundamentales:

- Compartir opiniones, experiencias y conocimientos -de forma sincrónica o asíncrona- con otros alumnos.
- Búsqueda rápida de contenidos, que deberán estar digitalizados.
- Base de datos de preguntas y respuestas más frecuentes.
- Foros de noticias y novedades.
- Corrección de exámenes de forma inmediata y justificación del motivo por el cual es correcta o incorrecta la respuesta marcada por el alumno.
- Preguntas de auto evaluación con soluciones y justificaciones de las mismas.
- Enlaces a páginas web recomendadas con una pequeña explicación del contenido de éstas.
- Bibliografía comentada (parte de ella, por lo menos la más sustancial, deberá estar digitalizada).
- Glosario terminológico.
- Agenda de los acontecimientos vinculados al desarrollo del estudio.
- Publicación de los eventos sobre la temática del curso que se esté realizando.
- Actualización de la documentación de disponibilidad inmediata para los alumnos.
- Mesa de ayuda permanente.

Una de las grandes ventajas que ofrecen los Entornos Virtuales de Aprendizaje es que los usuarios identificados (tutores, alumnos y administradores) pueden comunicarse entre sí en cualquier momento, enviar los trabajos y recibir los resultados de sus ejercicios. Asimismo, tendrán acceso a bases de datos del centro de formación.

fuente:


sábado, 5 de febrero de 2011

Eres mujer

Atención a los niños que se muerden la uñas

¿Por qué se muerde las uñas?
Se calcula que aproximadamente entre el 40 y el 45 por ciento de los menores de edad se muerden las uñas; la mayoría superan esta costumbre con la edad, pero un 10 por ciento continúa mordiéndoselas de adulto. Este hábito puede estar relacionado con varias causas, por eso, para tratarlo adecuadamente, lo primero es saber que lo provoca.
La onicofagia, como se conoce profesionalmente a esta manía, es un hábito nervioso igual que lo son chuparse el pulgar, meterse el dedo en la nariz o enroscarse el pelo. Se trata de un hábito que la persona realiza de manera inconsciente, de ahí la dificultad que los padres observan para que sus hijos dejen de morderse las uñas, incluso cuando el niño se muestra colaborador. Pero si conseguimos definir la causa, será mucho más fácil eliminar el hábito.
Para ello, es necesario observar en qué situaciones el niño se muerde las uñas. Lo más probable será que:
  • Se trate de una manera de focalizar la ansiedad. Por eso, también es importante saber si el niño tiende a sentirse angustiado o está pasando por una etapa estresante para él –exámenes, el nacimiento de un hermano, problemas familiares–. Ayuda a tu hijo a superar esa ansiedad, bien aceptando positivamente la nueva situación, o bien fortaleciendo su autoestima cuando la angustia se deba a timidez o vergüenza. Las técnicas de relajación pueden ser beneficiosas para disminuir el estrés.
  • Es una manía asociada a una actividad concreta. Por ejemplo, mientras ve la televisión; con el tiempo termina produciéndose una asociación que hace que siempre que vea la televisión automáticamente se muerda las uñas. Lo mejor, en este caso, es que el niño sea consciente de aquellos momentos en que se muerde las uñas y aplique una conducta incompatible siempre que esté en esa situación. Por ejemplo, manipular algún pequeño objeto o entrelazar los dedos de las manos.
  • Por imitación de alguno de sus padres. Hay que tratar de no realizar esta conducta delante del niño, especialmente cuando este es muy pequeño. No obstante, como se trata de un acto inconsciente y tu hijo te verá más de una vez, es bueno explicarle que aunque tú lo hagas, se trata de un mal hábito que también te gustaría corregir.
Más fácil con tu ayuda
Si quieres ayudarle a superar esta costumbre:
  • Explícale que le perjudica. Se hace daño, provoca heridas e infecciones en los dedos, los dientes incisivos se desgastan, da mala imagen... Lógicamente, hay que adaptar la explicación a la edad del pequeño. Para un niño muy pequeño puede ser más efectivo hacerle ver que así no puede despegar las pegatinas de sus cuentos, mientras que para un preadolescente la cuestión social será más relevante.
  • Haz que se dé cuenta. Debes alertarle cuando esté haciéndolo para que sea consciente, no como reproche.
  • Felicítale por sus avances. Por el contrario, el castigo o la burla aumentan el problema ya que favorecen la ansiedad.
  • Pacta un premio para cuando le hayan crecido las uñas. Puede ser una buena motivación cuando se trata de una conducta muy arraigada.
Como apoyo a los otros métodos, puedes aplicarle un esmalte inocuo de sabor desagradable que venden en las farmacias, aunque por sí solo este método no suele funcionar. Siempre se debe buscar la colaboración del niño; explícale que no se trata de ningún castigo, que es solo un método para que sea consciente en el momento en que se está mordiendo las uñas y así pueda parar.
Ísar Monzón

¿Por qué se muerde las uñas?
Se calcula que aproximadamente entre el 40 y el 45 por ciento de los menores de edad se muerden las uñas; la mayoría superan esta costumbre con la edad, pero un 10 por ciento continúa mordiéndoselas de adulto. Este hábito puede estar relacionado con varias causas, por eso, para tratarlo adecuadamente, lo primero es saber que lo provoca.
La onicofagia, como se conoce profesionalmente a esta manía, es un hábito nervioso igual que lo son chuparse el pulgar, meterse el dedo en la nariz o enroscarse el pelo. Se trata de un hábito que la persona realiza de manera inconsciente, de ahí la dificultad que los padres observan para que sus hijos dejen de morderse las uñas, incluso cuando el niño se muestra colaborador. Pero si conseguimos definir la causa, será mucho más fácil eliminar el hábito.
Para ello, es necesario observar en qué situaciones el niño se muerde las uñas. Lo más probable será que:
  • Se trate de una manera de focalizar la ansiedad. Por eso, también es importante saber si el niño tiende a sentirse angustiado o está pasando por una etapa estresante para él –exámenes, el nacimiento de un hermano, problemas familiares–. Ayuda a tu hijo a superar esa ansiedad, bien aceptando positivamente la nueva situación, o bien fortaleciendo su autoestima cuando la angustia se deba a timidez o vergüenza. Las técnicas de relajación pueden ser beneficiosas para disminuir el estrés.
  • Es una manía asociada a una actividad concreta. Por ejemplo, mientras ve la televisión; con el tiempo termina produciéndose una asociación que hace que siempre que vea la televisión automáticamente se muerda las uñas. Lo mejor, en este caso, es que el niño sea consciente de aquellos momentos en que se muerde las uñas y aplique una conducta incompatible siempre que esté en esa situación. Por ejemplo, manipular algún pequeño objeto o entrelazar los dedos de las manos.
  • Por imitación de alguno de sus padres. Hay que tratar de no realizar esta conducta delante del niño, especialmente cuando este es muy pequeño. No obstante, como se trata de un acto inconsciente y tu hijo te verá más de una vez, es bueno explicarle que aunque tú lo hagas, se trata de un mal hábito que también te gustaría corregir.
Más fácil con tu ayuda
Si quieres ayudarle a superar esta costumbre:
  • Explícale que le perjudica. Se hace daño, provoca heridas e infecciones en los dedos, los dientes incisivos se desgastan, da mala imagen... Lógicamente, hay que adaptar la explicación a la edad del pequeño. Para un niño muy pequeño puede ser más efectivo hacerle ver que así no puede despegar las pegatinas de sus cuentos, mientras que para un preadolescente la cuestión social será más relevante.
  • Haz que se dé cuenta. Debes alertarle cuando esté haciéndolo para que sea consciente, no como reproche.
  • Felicítale por sus avances. Por el contrario, el castigo o la burla aumentan el problema ya que favorecen la ansiedad.
  • Pacta un premio para cuando le hayan crecido las uñas. Puede ser una buena motivación cuando se trata de una conducta muy arraigada.
Como apoyo a los otros métodos, puedes aplicarle un esmalte inocuo de sabor desagradable que venden en las farmacias, aunque por sí solo este método no suele funcionar. Siempre se debe buscar la colaboración del niño; explícale que no se trata de ningún castigo, que es solo un método para que sea consciente en el momento en que se está mordiendo las uñas y así pueda parar.
Ísar Monzón


http://www.guiadelnino.com/educacion/el-nino-de-3-a-4-anos/se-muerde-las-unas
       
Fuente

Relax